Innegable legado y trayectoria de don Juan Alliú Aguayo, fueron premiados en el marco de la séptima versión del reconocimiento, que inició el año 2012 como parte de la conmemoración del natalicio del poeta antofagastino Andrés Sabella Gálvez.
Los inicios de Juan Alliu Aguayo en la Corporación Cultural de Antofagasta se remontan a 1982, cuando ingresó a través de un programa de absorción de la cesantía. Desde entonces, ha dedicado su vida al servicio cultural, manteniéndose fiel a su vocación y convirtiéndose en el primer funcionario de la institución. En ese tiempo, asumió la desafiante tarea de liderar la administración del Teatro Municipal de Antofagasta. Bajo su dirección y con un equipo reducido de colaboradores, este espacio se consolidó como un epicentro de la vida cultural de la ciudad, acogiendo una gran variedad de espectáculos y eventos que enriquecieron el desarrollo artístico y patrimonial de la región. Es asombroso que este haya sido su primer trabajo y que, hasta la actualidad, lo siga desempeñando con la misma dedicación.
En la actualidad, Juan Alliu ha sido galardonado con el Premio Regional a las Artes, las Culturas y el Patrimonio “Linterna de Papel”, un reconocimiento otorgado por la Seremi de las Culturas, las Artes y el Patrimonio que honra a quienes han hecho contribuciones significativas al desarrollo cultural y patrimonial de la región y del país.
“Los que trabajamos en este sector vemos la vida de otra manera, con una percepción distinta que nos permite sentir e identificar el verdadero cambio de la sociedad, gracias a la cultura. Me llena de orgullo este reconocimiento, aunque creo que muchas otras personas también merecen ser distinguidas. Agradezco de corazón a todos los que han pasado por este recinto y, especialmente, a mi familia por su apoyo incondicional en los buenos y malos momentos,” comentó emocionado Don Juan.
Este homenaje cobra aún más valor por la pasión inquebrantable con la que Don Juan ha desempeñado su labor. Cada proyecto, desde la planificación de un evento hasta los detalles más minuciosos de la gestión, se caracterizan por su amor profundo por las artes y la cultura.
Su legado abarca la producción y organización de innumerables espectáculos y una ardua tarea de gestión que garantizó la continuidad y el crecimiento de la programación del teatro. Su dedicación incansable consolidó al Teatro Municipal como un pilar cultural para la comunidad.
¡Gracias, Don Juan! Por su entrega, su trabajo y su dedicación. En sus manos se forjaron los cimientos de lo que hoy es la Corporación Cultural de Antofagasta.