Un cornista excepcional

Por Álvaro Gallegos, Premio a la Música Nacional Presidente de la República con mención en Producción Fonográfica

El corno francés, también conocido como trompa, es un instrumento musical extremadamente difícil. En un país donde no tenemos tradición en cuanto a vientos, surge la figura de Matías Piñeira, extraordinario exponente chileno del corno, que surgió primero en la Sinfónica Nacional Juvenil, luego pasó a la Sinfónica de Chile, y actualmente es primer corno en la Filarmónica de Munich, una de las más importantes orquestas de Alemania.

Su presencia honra a la Sinfónica de Antofagasta, y engalana una temporada que ha tenido importantes hitos, siendo este uno de ellos. En el Teatro Municipal, se le verá interpretando el Concierto para Corno No. 1 de Richard Strauss (1864-1949), una de las más tradicionales obras para este instrumento, llena de romanticismo e inocencia juvenil, ya que Strauss la escribió cuando contaba con 19 años.

La dirección estará a cargo del maestro argentino Jorge Lhez, y en la segunda parte de la velada se ubica una obra de capital importancia: la Sinfonía No. 6 “Patética” de Pyotr Ilich Tchaikovsky (1840-1893). El apodo se atribuye a Modest, el hermano del compositor, inspirado por la última parte de la obra, un Adagio Lamentoso de desoladora belleza, una especie de adiós personal del compositor.

En efecto, dos semanas después, Tchaikovsky falleció de cólera, y aun no hay claridad si consumió intencionalmente o accidentalmente el agua contaminada.

Esta confluencia de obras, director y solista, convierten a este noveno concierto de la OSA en un auténtico imperdible, y un motivo de orgullo para los antofagastinos de contar con una oferta musical y cultural de calidad.

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